domingo, 26 de julio de 2015

El Estado Ético y la moralización de nuestra juventud.

E
l padre Castellani escribió hace más de 60 años, en la revista Estudios, esta advertencia que nunca fue tenida en cuenta por los gobiernos ‘democráticos ‘ o militares, causando el envilecimiento de gran parte  del pueblo argentino, y principalmente de nuestra  juventud.

“Si el Estado argentino renunciase a ser Estado ético y degenerase en Estado económico –lo que Dios no quiera- las leyes sociológicas son ineluctables, antes de ser gobernados por mercaderes de afuera, preferiríamos que nos acorrale y nos meta en ringle algún militarote ‘de aquí’… en último caso”.

El Estado argentino actual, que nació en Caseros y sobrevivió como Estado económico, no ético, siempre gobernado solapadamente por ‘mercaderes de afuera’,  hace muchísimos años abandonó su obligación de decretar leyes moralizadoras; TAREA FUNDAMENTAL PARA LA CONSECUCIÓN DEL BIEN COMÚN, SEGÚN INSISTE SANTO TOMÁS DE AQUINO EN SU OPÚSCULO “SOBRE EL REINO”.

Uno de los aspectos que los gobernantes deben controlar  es la moralidad pública, incluso el buen gusto y la buena educación de las   ‘diversiones’ y entretenimientos. Los   gobernantes ‘demoliberales’ se desentendieron de esta obligación; control que ellos no podrían aplicar sin contradecir sus principios liberales… -aunque poco les importe los ‘principios’- . Y esta es una de las gravísimas  consecuencias  del liberalismo: no debe (por sus principios), ni puede  controlar nada ni a nadie.


Hoy día en muchos aspectos las ‘diversiones’ son de una mediocridad y mal gusto envilecedoras, pues fueron entregadas incondicionalmente a negociantes,  que supeditan las diversiones que organizan  a sus ganancias económicas. Así no debe funcionar el ‘principio de subsidiariedad’.  El gobierno debe inmiscuirse; pues su desinterés  agrava cada vez más intensamente la degradación popular,  que cada día que pasa exige peores perversiones.

Tanta es la importancia de los ‘entretenimientos’ que  en todo el mundo, tanto los países capitalistas como  marxistas, a través de la ‘Ingeniería social’,  organizan ‘diversiones’, deportes  y entretenimientos ‘deshumanizados’,  ordenados a la mayor producción laboral y al consumo más desenfrenado;  para que nadie la osadía de pensar por cuenta propia en sus tiempos ‘libres’.

Es absolutamente necesario, entonces,  que el gobierno  argentino además de   resistir y castigar los grandes negociados  internacionales, como son  el usufructo de todo tipo de vicios: la pornografía, las drogas,  la corrupción moral en general,  que gota a gota va inundando los hogares, arrojadas  principalmente por la TVbasura;  inclusive debería controlar las letras aberrantes, subversivas, pornográficas, de un mal gusto escandaloso, de la música popular que ‘cantan’ los conjuntos foráneos o nacionales; incitadoras a todas las bajezas morales, como si estas fueran  las normas naturales que  debiera vivir la juventud; inclusive a la subversión, Fomentando  sanas, limpias,  espontáneas diversiones, espectáculos y fiestas populares (este tema lo trata exhaustivamente Josef  Pieper en “Una teoría de la fiesta” ed. Rialp): deportivas, culturales, musicales. Además, y esta  exigencia es fundamental, nuevamente debe entusiasmarse a la juventud con ideales patrióticos y religiosos, que tanto el liberalismo como el marxismo rechazan terminantemente,

Resulta sorprendente que algunos profesionales de la psicología, materialistas y ateos, se quejen desvergonzadamente  de la violencia juvenil;  problema moral   cuyas raíces espirituales y religiosas  ellos  repudian; y que  la ultrajada Policía no puede ni debe solucionar; mientras no tengan el apoyo de la Justicia. Se entierra  a los jóvenes en la bajeza, en la miseria, en la corrupción, se les quita la posibilidad de vivir los grandes ideales religiosos y patrióticos; como abriéndoles las puertas para que se evadan a los vicios que los consumen; buscando inútilmente una grandeza que se les niega.  

Además ¿Qué ejemplos políticos, sociales y culturales observan a su alrededor? ¡Pésimos! ¡Sólo corrupción! Y después de abandonarlos en esa única vida que ellos viven,  los quieren meter presos por portarse mal… aunque a las pocas horas salgan por la puerta trasera.  O se les enseña en la escuela, en el mejor de los casos, una materia inservible llamada ética; donde ni siquiera  aprenden  a cederle  el asiento a una anciana en el colectivo… para no molestar a las feministas; como decía con su gracia incomparable Julio Camba.  

Próximamente, en vísperas de nuevas elecciones, ningún candidato ni siquiera menciona y menos aun promete, aunque después no cumpla, como de costumbre, tratar de acabar con la corrupción juvenil, con buena educación moral y religiosa y patriótica. ¡Porque esta decisión les reduciría  los votos de la mafia corrupta y de la juventud desquiciada!